Llevamos años celebrando el día de la mujer trabajadora, pero por lo poco que sé de este día, no creo que sea para hacer una celebración. Creo sinceramente que es más bien una conmemoración, un homenaje a todas aquellas mujeres que fallecieron de forma trágica en una fábrica textil por defender sus derechos.
Vivimos en un mundo bastante machista en el que la mujer tiene en la mayoría de culturas un papel muy secundario frente al hombre. Y mi manera de pensar es que tanto hombre como mujer estamos capacitados para realizar nuestras tareas y por tanto tener
los mismos derechos.
Está muy bien que celebremos que todas las mujeres somos lo mejor del mundo y que nos ocupamos de veinte cosas la vez, bla, bla, bla… si es que nos criaron así, por lo menos a las de mi generación y más para atrás. Pero digo yo que también existen hombres que hacen su jornada laboral, son buenos padres, que ayudan en casa y hacen las mismas tareas que sus parejas o esposas y que pasa, ¿nadie se da cuenta?. Yo desde aquí felicito a todas las mujeres que trabajan, dentro y fuera de casa, crían hijos, hacen la compra, limpian la casa, tienen un ratito para tomar un café con una amiga, son madres, enfermeras, psicólogas, economistas…. y todo lo que queramos porque somos fuertes y podemos con todo.
Pero también deberíamos felicitar a los hombres que luchan junto a ellas,trabajan, miran por su familia, ayudan en casa, juegan con sus hijos, que incluso pueden hacer dos cosas a la vez, apoyan a sus parejas y sienten igual que las mujeres, porque por dentro somos iguales.
¡Así que un aplauso a todos esos hombres y mujeres que hacen que cada día salga el sol para todos!